Que no haría yo sin mis lunas; que posarme sobre la ventana, vislumbrarlas con sus halagos, sus quejidos y sus chillidos. Son la caracterización en persona del sentimiento hablado. He aquí, un tributo a ellas, que según por donde las mires las veras adoloridas, dormidas, tristes, alegres o paranoicas. Son las lunas misteriosas de la noche lóbrega.
El peligro acechaOscuridad
Misteriosa
Eclipse de luna
En el caribe
Disfrazada
Brillante y resplandeciente
Por el casco antiguo